“Cuando José comenzó a comentarnos la idea, daba un poco de vértigo, pero 25 años después, echando la mirada hacia atrás, no puedo sentir más orgullo”. Así se expresa el presidente de la Fundación del Lesionado Medular (FLM), Ken Mizukubo, uno de los cuatro patrones fundadores de esta gran familia, junto con José rodríguez, Daniel de Linos y Jesús Morcillo.

 

Todavía a principios de los años 90, cuando una persona con lesión medular salía del Hospital de Parapléjicos de Toledo, se iba directo a casa con muy pocas opciones. Pero ya en 1994, relata Mizukubo, “cuando salí de Toledo tuve la suerte de que Aspaym Madrid inauguraba en ese momento un centro de rehabilitación para lesionados medulares”. Se trataba del «Centro de Servicios de Lesionados Medulares», que perseguía la rehabilitación integral, bajo la dirección José Rodríguez García. 

 

Fue el germen de la Fundación del Lesionado Medular, pues “después de unos años un poco convulsos, en Aspaym Madrid se decidió crear esta fundación para crecer y por retomar otro estilo de organización, así que siempre sabiendo y reconociendo que hemos nacido gracias a Aspaym Madrid y de la mano de Aspaym Madrid”. Y fue José Rodríguez quién impulsó esta gran idea, “y si se le ponía algo entre ceja y ceja, lo conseguía”. 

 

 

Entonces, ya en 1997, el centro de servicios pasó a ser la Fundación para la Rehabilitación del Lesionado Medular. “Fuimos pioneros”, afirma rotundo el actual presidente. Así fue, era el primer centro dedicado a la lesión medular en toda Europa, precursores en el proceso rehabilitador, porque ese fue el objetivo inicial, “un centro de referencia de rehabilitación para lesionados medulares en el cual primase la atención integral de la persona con lesión medular después de la época aguda del hospital”, explica Mizukubo.

 

En el año 2000, se culmina la construcción de la nueva sede de la Fundación, más de 7.000 metros cuadrados adaptados a las necesidades de la lesión medular. Este primer centro dedicado a la lesión medular en toda Europa estaba compuesto por el centro de rehabilitación y el centro de día, pero poco después, y tras preguntar a las propias personas destinatarias de los recursos, decidieron crear las escuelas. La primera fue la escuela de plástica, luego de TIC (Tecnologías de la Comunicación) y audiovisuales, y después la de radio; todas ellas como formación profesional y adaptada. 

 

Unos años más tarde, en 2007, de nuevo fueron pioneros al construir la primera residencia dedicada a personas con lesión medular, que consta de 60 habitaciones domotizadas con baño privado, salón de actos, comedor, cafetería... “La residencia se construyó con el enfoque de que la gente elegía su propio estilo de vida, y tenemos residentes que estudian, otros trabajan, gente joven, y personas con discapacidad severa totalmente atendidos y sintiéndose realizados en su vida personal”, relata Ken Mizukubo.

 

El crecimiento de esta gran familia continuó con las escuelas deportivas y las secciones de ocio y tiempo libre. Así, en la actualidad, según relata el presidente de la FLM, “tenemos el primer equipo de Quad Rugby de España, una escuela de tenis de mesa con campeones a nivel nacional, tenemos una batucada en la que la gente con discapacidades severas tocan instrumentos solo con la boca, tenemos el área de radio, de pintura, de informática... Creo que no puede ser más global en el sentido de la atención integral a la persona con discapacidad; abarcamos rehabilitación, ocio, deporte, formación, campeonatos de dardos inclusivos, área médica con consulta de urología específica para lesión medular, tenemos la primera consulta de ginecología en lesión medular...”

 

Todo empezaba con un centro de rehabilitación física y mantenimiento, “pero hemos ido creciendo y ampliando, y seguiremos, que es lo que me inculcaron los dos presidentes anteriores”, apuesta el actual presidente de la FLM.

 

 

Lo mejor de estos 25 años de historia “es el habernos enfocado y creado una especialización y una atención personalizada en la lesión medular, porque al final abarcamos una atención integral y esto ha creado una gran familia, tenemos un personal de 120 personas trabajando por y para las personas con lesión medular y ese valor humano, unido a las propias personas con lesión medular, ha creado una gran familia que defendemos y trabajamos por la excelencia”.

 

Ese nivel de exigencia, de entrega y colaboración está siempre acompañado por una continua búsqueda de la innovación y un aprovechamiento exhaustivo de las nuevas tecnologías: “Siempre hemos intentado estar a la última y ser innovadores en rehabilitación, fuimos la segunda entidad en España que tenía un exoesqueleto y tenemos una inversión bastante fuerte para una rehabilitación dinámica y creativa; hemos intentado siempre estar en todos los avances sobre lesión medular”. 

 

Todo este trabajo, enfocado también en ese perfil del lesionado medular que tanto ha cambiado a lo largo de los años. Ya no son mayoría los hombres, sobre todo jóvenes, que tenían un accidente de tráfico o de una zambullida en el agua, ahora han bajado mucho los accidentes y casi llegan a Toledo el mismo número de hombres y mujeres, que provienen de enfermedades, caídas, o algo que Ken Mizukubo señala con tristeza: “Desde hace unos años, y creo que en eso la pandemia ha hecho mucho daño, ha aumentado el número de lesionados medulares como consecuencia de intentos de suicidio”. 

 

Ken Mizukubo asumió la presidencia justo antes de la pandemia y es el tercer presidente de la FLM, después de José Rodríguez y Miguel Ángel García Oca. Durante los años de pandemia, la crisis tan fuerte que se desató en centros como el de esta fundación, ha sido superada “con mucho esfuerzo, mucha prevención, con un grupo humano envidiable; y lo pasamos muy mal, igual que otras organizaciones, pero tuve un grupo humano trabajando, doblando esfuerzos, horas... fuimos muy prudentes y nos adelantamos a muchas de las decisiones que luego se tomaron, y eso salvó vidas y tuvimos un grupo humano que dio el 150%, incluso llegamos a crear en nuestro gimnasio, separado de la residencia, un hospital de campaña para los brotes de covid, los fisioterapeutas enseñaron fisioterapia respiratoria para que las personas estuvieran en las mejores condiciones en caso de tener que afrontar un covid...”

 

Apenas tenían medios, pero con trabajo, esfuerzo, creatividad, y el apoyo de mucha gente, se salvaron muchas vidas. En la FLM “tengo un equipo de dirección envidiable y una gente con un compromiso y un nivel de empatía que es de destacar, y lo importante es remar todos en la misma dirección, daba igual el departamento al que pertenecías, había que sacar el trabajo, y todos nos remangábamos y nos poníamos a la tarea”. 

 

Y mirando al futuro, el presidente de esta fundación desea que, en ese sentido, todo siga siendo igual, “trabajamos día a día por ser un referente, por seguir evolucionado estando al día en todo lo que conlleve la atención a las personas con lesión medular, en buscar esa excelencia que me inculcaron los anteriores presidentes, y seguir creciendo como hemos hecho estos 25 años”.